12 de mayo de 2013
Hospital abandonado a las afueras de Tokio. Es una especie de Gunkanjima pero mucho más reducido. Fue curioso ver la maquinaria del quirófano de los años 60 o la electrónica prehistórica que tenían instalada en el ascensor. Pero lo más interesante es que aunque este totalmente abandonado, el lugar está bastante “limpio” y se nota cierto orden dentro del caos. Casi todas las paredes del hospital están pintadas con graffitis y se nota que la gente que viene a pintar en sus paredes intenta no ensuciar aún más el lugar, el edificio se está convirtiendo en una especie de obra de arte. También nos sorprendió ver que aparentemente, dentro del hospital no vive ninguna persona sin hogar, sólo encontramos nidos de palomas.
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